domingo, 27 de septiembre de 2015

EN LA CIUDAD SIN PUERTAS. PRÓLOGO DE J.J. ARMAS MARCELO



     

"Un día cualquiera, a María Dolores de la Fe se le ocurrió una idea más que genial. Era una ocurrencia escandalosa. Ella sabía que nadie se la iba a tomar en serio, pero también sabía que todo el mundo iba a leer esa idea y que la gente comentaría lo que ella había pensado. Y había pensado nada más y nada menos que Cristóbal Colón había sido una mujer. Una mujer en la cúspide del mundo. Una mujer entera que se había escondido bajo el ropaje de un aventurero que conocía por intuición como la palma de su mano el mapa entero del mundo. Sólo que al revés: viajó con muchos hombres, igual de aventureros que ella, al fin del universo planetario, a descubrir nuevas tierras que estaban al otro lado de su rumbo. Bajo el nombre de Cristóbal, en español, en italiano, en catalán o en portugués, aquella mujer inventada por la escritora isleña hizo fortuna en la Historia. Tanta como su ocurrencia en la vida de la gente.

María Dolores de la Fe no era sólo una mujer divertida, ocurrente, simpática y amable. Tenía un concepto de la vida lleno de sugerencias, escribía en los diarios de su tierra y siempre tenía un elemento de optimismo que muchos interpretaban como una frivolidad, una superficial frivolidad. Estaban equivocados. Lo suyo era humor. No humor sarcástico, no humor de combate, de vanguardia, sino humor directo, sin chiste, pero con una fina ironía propia de una escritora francesa de entreguerras. Estoy seguro que, de haber nacido y vivido en París, María Dolores de la Fe hubiera sido una gran escritora francesa. Pero nació en un mundo insular que marginaba a los escritores de entonces, cuanto más a una escritora como ella que, sin embargo, no tuvo nunca en cuenta los desvaríos y desdenes de su propia gente. Más bien, y siempre lo pensé, no sólo ahora, los perdonaba. Porque había en ella una fuerza humana descomunal que repartía a todas horas sin esperar cobrar nada por ese regalo.

Teresa Iturriaga: la conocí de lejos, en la presentación en Las Palmas de Gran Canaria de mi novela El Niño de Luto y el cocinero del Papa. Recuerdo que esa presentación fue un éxito, pero lo que me quedó hasta hoy, y creo que para siempre, fue la complicidad de aquella escritora que, al final del acto, se atrevió a pedirme una cita o algo así. Para hablar de un proyecto en el que usted está involucrado, me dijo. Y me llenó de curiosidad. Era escritora. Y traductora. Y muy preocupada -noté- por las cuestiones literarias. No había nacido en Las Palmas de Gran Canaria, pero vivía en la isla desde hacía bastantes años ya y estaba arraigada en un paisaje que a mí siempre me ha conmovido, hasta hacerlo objeto y título de una de las novelas que estoy escribiendo: la playa de las Canteras.

Nos hicimos amigos. Hablamos. Conversamos. Discutimos a veces con pasión, siempre sobre cuestiones relevantes de la vida. Tiene una vitalidad asombrosa, que derrota a sus interlocutores por fuerza, razón y estilo. La misma fuerza, razón y estilo que poseen sus textos literarios, todos los que he leído, incluso los escritos a contracorriente. Es fundamentalmente poeta, aunque transita con frecuencia el cuento (que en ella no deja de ser un elemento literario verdaderamente poético), y tiene un problema grande: inyecta tanta pasión en su discurso oral como en el escrito. Han pasado ya unos años de nuestro primer encuentro, y de todos los demás está llena nuestra amistad, y la leo siempre con una curiosidad intelectual que va más allá del interés para anclarse en la lealtad amistosa, la que dice la verdad aunque no gusta, la que no miente nunca. Es, además, una de las mejores lectoras que conozco de mis textos, sobre todo mis artículos y novelas, y la quiero tanto que no puedo negarme nunca a sus ocurrencias. Cafés. Tragos. Conversación: lo paso en grande. Y aprendo.

Ahora, este libro que prologo, este libro de cuentos de María Dolores de la Fe y Teresa Iturriaga me acercan al amor en su lectura. Me congratulan con la ciudad en la que nací, iluminada e imaginada por esas dos grandes señoras de la escritura literaria. Las dos fueron amigas hasta el final, hasta la muerte de María Dolores de la Fe, e incluso después continúan siéndolo a través del recuerdo y de este libro de relatos que tanto me ilusiona prologar. Cierto: María Dolores de la Fe, que murió con muchos años, conoce el territorio físico que acaricia con palabras de amor y de humor como si todavía estuviera pisando esa geografía casi siempre huidiza de la isla en la que vivió. Teresa Iturriaga asume su papel de advenediza, o eso creo, aunque sabe de memoria que la única patria posible es su propia memoria y la de los que la rodean con tanto amor. Las dos son atrevidas. Hablo del atrevimiento encendido del escritor, esa curiosidad que todo los husmea y a todo le saca segundas y terceras, esas músicas que sólo oyen los pocos y pocas que atienden a sus propios pasos y se quedan con el eco de sus pequeñas aventuras para esculpir después en palabras ordenadas su mundo literario, el mundo de estos cuentos en los que el lector puede descubrir tesoros escondidos sólo a la vista de los que leen con interés intelectual, interés cultural, por encima de protagonismos y de excesos sociales.

No soy amigo de aplaudir los libros de mis amigos más cercanos, salvo que estudie en ellos esa música oculta que me descubre espejos sagrados que se dibujan para siempre en mi memoria. Estos relatos de la ciudad son luminosos, poéticos, a ratos humorísticos. No es que se dejen leer, sino que una vez dentro de cualquiera de ellos es obligatorio leer todos los demás. Teoría de conjunto: sospecho que el acuerdo para este proyecto que ahora ve la luz fue total, sin despachos ni empachos personales. Con la calma y la lealtad que producen la literatura de verdad y la verdadera amistad.

Me cuentan, aunque yo no lo comparto, que no hay peor enemiga de una escritora, cualquiera que ella sea, que otra escritora. Y así sucesivamente. No me consta, aunque haya casos, raros pero casos, al fin y al cabo. El caso de María Dolores de la Fe y de Teresa Iturriaga no es único en el mundo, pero es uno de los mejores que conozco. Y conozco, a estas alturas de la vida y de mi mundo, bastantes casos de lealtad y efectividad.

Vayamos al libro: cada cuento es un pequeño universo que relata, a veces con mucha poética interna, un sentimiento. No puedo decir, luego de leerlo dos veces y media, que uno sea mejor que otro. Todos me gustan, como si los hubiera escrito yo. Todos me emocionan. Son relatos que pertenecen al mundo de los afectos y en ese mundo, tan secreto a veces, sólo mandan las dos escritores consiguiendo un sincretismo pasmoso al final de la lectura.

De modo que esta ciudad escrita es una ciudad de las dos, la arquitectura del relato, cualquiera de ellos, de una y de otra, está llena de guiños y respetos, llena de finura, de una elegancia poco común en mi mundo, el mundo de la literatura en el que me he movido a lo largo de toda mi vida. Ni la una ni la otra son escritoras académicas de las que aprender como si leyéramos un catecismo. Hablo de literatura y eso basta. Hablo de amor por la escritura literaria, que es el sustento mayor en el que se ajusta cada uno de los relatos, cuyo desarrollo y final son exactos, traídos a la escritura en el punto exacto. Personajes, intérpretes, figurantes: nada sobra. Tampoco ningún paisaje, ningún recuerdo, ningún detalle que aquí es detalle y no pincelada de tres al cuarto.

Octavio Paz decía, a veces con la boca chica, que el género literario de la novela era para gente menor intelectualmente. Lo decía con sarcasmo: fue tan difícil para él que comenzó escribiendo una novela y terminó escribiendo uno de los más grandes ensayos del mundo hispánico: El laberinto de la soledad. Por el contrario, Hemingway, gran novelista, explicaba que la novela es una pelea que se gana por puntos, mientras el cuento es un género (otra pelea) que se gana por KO. Y él sabía mucho de boxeo y de relatos: escribió algunos de los mejores de la literatura universal. Hemingway, aquel gigante. Henry James decía que para ser escritor de novelas había que tener una voluntad férrea. Tengo para mí que, tal vez, todos tengan un poco de razón. En cuanto a la afirmación de Henry James, se la atribuyó a los verdaderos escritores: los que nunca salen de su territorio personal, de su escritura. Los que y las que nunca salen de la literatura, sino que se pasan toda la vida, con sus trabajos y sus días, obsesionadas por la escritura literaria. Y este es el sentido que quería a dar a mis palabras: estamos ante el libro conjunto y completo de dos escritoras de verdad; una, ya fallecida, se pasó la vida escribiendo y recordando. Algunos la dieron por simple costumbrista. Allá ellos; la otra cayó en las redes de esta manía asombrosa de la escritura literaria, se fabrica todos los días sus propios escenarios, escribe viaja, habla, asiste al mundo. Y saca consecuencias de todo en su literatura, en su vicio de escribir, como decía John Updike: que la literatura, para un escritor o escritora de verdad, es un vicio que no se quita nunca. Pasen y lean. Y seguramente me darán la razón. En todo o en casi todo de lo que acabo de escribir."



lunes, 21 de septiembre de 2015

ATTK Editores publica En la ciudad sin puertas




ATTK publica “En la Ciudad sin puertas”, una historia de amistad entre María Dolores de La Fe y Teresa Iturriaga Osa

El nuevo libro de ATTK Editores reúne relatos sobre Las Palmas de Gran Canaria escritos hace unos años por María Dolores de La Fe y Teresa Iturriaga Osa. Cuenta con un prólogo del escritor J.J. Armas Marcelo: "Ahora, este libro que prologo, este libro de cuentos de María Dolores de la Fe y Teresa Iturriaga me acercan al amor en su lectura. Me congratulan con la ciudad en la que nací, iluminada e imaginada por esas dos grandes señoras de la escritura literaria. Las dos fueron amigas hasta el final, hasta la muerte de María Dolores de la Fe, e incluso después continúan siéndolo a través del recuerdo y de este libro de relatos que tanto me ilusiona prologar".

Esta colección de relatos centrados en las Palmas de Gran Canaria se mueve entre el costumbrismo y el lirismo, formando un panoplia que recoge distintas visiones de la capital grancanaria. El libro se convierte, según explica Teresa Iturriaga Osa, en un homenaje póstumo a la figura de María Dolores de La Fe, una escritora que jamás debería pasar al olvido y que dejó una obra de una gran calidad literaria. La portada es una obra del pintor Augusto Vives.

Con esta nueva apuesta, ATTK Editores continúa consolidando un proyecto editorial en el que ya se incluyen los siguientes libros: Bajo el sol de los muertos, de Roberto A. Cabrera; El Tanatorio, de José Luis Correa; La Virgen de Sola, de Juan Ramón Tramunt; El interior del párpado, de Rafael-José Díaz, así como El destino delas palabras y Villa Melpómene, de Santiago Gil.

El libro se puede conseguir en formato digital a un precio de 3,35€ en la plataforma Amazon

viernes, 26 de junio de 2015

ATTK Editores publica la novela de Roberto A. Cabrera “Bajo el sol de los muertos”


ATTK Editores publica la novela de Roberto A. Cabrera  “Bajo el sol de los muertos”

La nueva obra del escritor canario está escrita desde la más absoluta independencia, sin concomitancias ni deudas con ninguna de las tendencias actuales de la narrativa española.


ATTK Editores acaba de publicar la novela “Bajo el sol de los muertos”, del escritor Roberto A. Cabrera. El libro, que se puede adquirir inicialmente en formato electrónico a un precio de 5,45 euros a través de la plataforma Amazon en el siguiente enlace , es una novela collage en la que se entrelazan y confluyen líneas narrativas, espacios y tiempos diversos.


En la sinopsis de la novela se explica que "Bajo el sol de los muertos" es la narración de un viaje doble: el viaje interior del profesor Elías C., y su viaje exterior del trabajo a su casa. Mientras regresa desde el instituto donde trabaja, el profesor recuerda momentos de su infancia atormentada, recorre las azarosas vicisitudes de su adolescencia, visita de nuevo los sueños de su juventud e ilumina, de un modo implacable y tierno a la vez, la trayectoria entera de su vida. Todo esto se entremezcla con las "impresiones de un paseante solitario", que anota sus encuentros, las conversaciones con los campesinos, los entresijos del paisaje abrupto del norte de la isla atlántica en la que vive y sus propias reflexiones de docente a la vez entusiasta y desencantado. Nuevamente, la portada de ATTK Editores es obra del pintor Augusto Vives.

Roberto A. Cabrera (Santa Cruz de Tenerife, 1971) es licenciado en Filosofía por la Universidad de La Laguna. En 1994 coordinó el suplemento literario “Las ínsulas extrañas”, en el periódico El Día (Santa Cruz de Tenerife), donde trabajó como redactor durante un año. Ha obtenido, entre otros premios, el de poesía “Pedro García Cabrera” (1991) y el “Montblanc a la cultura en Canarias” (1993), en la modalidad de literatura. Poemas suyos han aparecido en revistas españolas y francesas. Colabora en la edición facsimilar de El Pensador del escritor ilustrado José Clavijo y Fajardo (Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, 2001), publicando en su volumen introductorio un extenso estudio crítico y un índice onomástico de la obra. A partir del año 2000 abandona la poesía y escribe narrativa. En la actualidad reside en La Palma, Islas Canarias, donde ejerce como profesor de Enseñanza Secundaria.
Hasta el momento ha publicado  La estación extraviada (relato), Tenerife, Artemisa 2007; Fábulas, sueños, claridades y enigmas (prosa breve),  Tenerife 2007; Disgregario (prosa breve), Tenerife, Asphodel 2002.


ATTK Editores ha publicado hasta el momento  El interior del párpado de Rafael-José Díaz,  El tanatorio de José Luis Correa,  La Virgen de Sola de Juan R. Tramunt y El destino de las palabras y Villa Melpómene de Santiago Gil.

lunes, 25 de mayo de 2015

ATTK Editores publica la novela de Santiago Gil “Villa Melpómene”


ATTK Editores publica la novela de Santiago Gil “Villa Melpómene”

La nueva obra del escritor canario se centra en las distintas visitas de Camille Saint-Saëns a Gran Canaria entre 1889 y 1909.
  
ATTK Editores acaba de publicar la novela “Villa Melpómene”, del escritor Santiago Gil. El libro, que se puede adquirir en formato electrónico a un precio de 3,62 euros a través de la plataforma Amazon en el siguiente enlace , plantea la aparición de un diario del músico francés en Villa Melpómene, la casona residencial situada en Guía de Gran Canaria en la que Saint-Saëns vivió varias temporadas componiendo algunas de sus obras.
  
En la sinopsis de la novela se explica que Camille Saint-Saëns estuvo en la isla de Gran Canaria en siete ocasiones diferentes entre 1889 y 1909. Se sabe muy poco de esas visitas. Lo que se plantea en esta historia es la aparición de un diario oculto que el músico habría dejado en Villa Melpómene. Este diario apócrifo cuenta sus impresiones sobre el arte, la belleza y la vida. Al mismo tiempo, nos cuenta el amor que vivió con un joven profesor inglés que en aquellos años vivía en la isla formando a algunas de las hijas de la destacada colonia británica. Toda esta investigación la lleva a cabo un biógrafo francés de origen español que se acerca a la realidad actual de Canarias y que, igualmente, vive una historia de amor con una profesora de un instituto cercano a Melpómene, la casona en la que Saint-Saëns habitó y compuso algunas de sus obras más reconocidas. Hasta el momento nadie ha encontrado esos escritos en Melpómene; pero sí son reales muchas de las referencias que cuenta Saint-Saëns sobre su vida y su obra. Nuevamente, la portada de ATTK Editores es obra del pintor Augusto Vives.

Santiago Gil (Guía de Gran Canaria, 1967) es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y ha trabajado en medios de prensa provinciales y nacionales, así como en distintos gabinetes de comunicación. Hasta el momento ha publicado las novelas Por si amanece y no me encuentras, Los años baldíos, Un hombre solo y sin sombra, Cómo ganarse la vida con la literatura, Las derrotas cotidianas; Los suplentes, Sentados, Queridos Reyes Magos, Yo debería estar muerto y El destino de las palabras; la novela corta El motín de Arucas; el libro de relatos, El Parque; los libros de aforismos y relatos cortos, Tierra de Nadie y Equipaje de mano, y los libros de poemas Tiempos de Caleila, El Color del Tiempo, Una noche de junio y Trasmallos. También ha publicado un libro de memorias de infancia titulado Música de papagüevos y la recopilación de artículos de opinión Psicografías.

ATTK Editores continúa manteniendo la certeza de que la literatura engrandece al ser humano. Esta es la quinta novela que publica la editorial comandada por Guadalupe Martín Santana. Anteriormente dio a conocer El destino de las palabras, de Santiago Gil, El interior del párpado, de Rafael-José Díaz, El tanatorio, de José Luis Correa y La Virgen de Sola, de Juan Ramón Tramunt.