martes, 2 de septiembre de 2014

Caíste directamente al suelo, lágrima

Extracto de la novela El interior del párpado de Rafael-José Díaz

"Caíste desde un ojo, ya no recuerdo cuál. No rodaste abismada por la piel. No incorporaste el polvo que el aire deposita en la cara, ni te mezclaste con el sudor ni con nada que hubiera podido enturbiar tu transparencia. Caíste directamente al suelo, lágrima. Allí, durante no mucho tiempo, fuiste un remedo de charco que nada reflejaba. Pero llevabas en ti la luz quebrada del dolor, de tantos días sumidos en fisuras y abismos: olvidé todo esto porque eras transparente; eras el único signo transparente del dolor."

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